LA HISTORIA DE COLOMBIA
GRADO TERCERO
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LUZ DARY BAQUERO MEDINA
COL: JORGE ELIECER GAITAN AYALA
SEDE: ATANASIO GIRARDOT
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EL MISTERIO DE LA MONEDA DESAPARECIDA
La urraca se dio cuenta de que le faltaba una de sus monedas más preciadas, e hizo llamar a los mejores detectives del bosque, la Liebre y el Ratón. El ratón era algo más listo y sagaz que la liebre, así que sus pistas y razonamientos le llevaron pronto al gran laberinto de túneles bajo el bosque.
Al entrar, vio al señor topo, pero como el ratoncillo era muy tímido, no se atrevió a decirle nada, y anduvo por allí buscando la moneda. La liebre también era un gran detective, así que poco después llegó allí y, como no era nada vergonzosa, lo primero que hizo fue preguntarle al topo si sabía donde estaba la moneda. El topo resultó estar encantado de guiarle porque la moneda llevaba tiempo molestándole, y finalmente la liebre se llevó la recompensa.
Pero el ratoncillo, que vio suceder todo aquello, aprendió mucho, y desde entonces nunca dejó que la timidez le estropeara su buen trabajo, y se convirtió en el mejor detective del bosque
LA CIGARRA Y LA HORMIGA.
La cigarra era feliz disfrutando del verano: El sol brillaba, las flores desprendían su aroma...y la cigarra cantaba y cantaba. Mientras tanto su amiga y vecina, una pequeña hormiga, pasaba el día entero trabajando, recogiendo alimentos.
- ¡Amiga hormiga! ¿No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato conmigo mientras canto algo para ti. – Le decía la cigarra a la hormiga.
- Mejor harías en recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta holgazanería – le respondía la hormiga, mientras transportaba el grano, atareada.
La cigarra se reía y seguía cantando sin hacer caso a su amiga.
Hasta que un día, al despertarse, sintió el frío intenso del invierno. Los árboles se habían quedado sin hojas y del cielo caían copos de nieve, mientras la cigarra vagaba por campo, helada y hambrienta. Vio a lo lejos la casa de su vecina la hormiga, y se acercó a pedirle ayuda.
- Amiga hormiga, tengo frío y hambre, ¿no me darías algo de comer? Tú tienes mucha comida y una casa caliente, mientras que yo no tengo nada.
La hormiga entreabrió la puerta de su casa y le dijo a la cigarra.
- Dime amiga cigarra, ¿qué hacías tú mientras yo madrugaba para trabajar? ¿Qué hacías mientras yo cargaba con granos de trigo de acá para allá?
- Cantaba y cantaba bajo el sol- contestó la cigarra.
- ¿Eso hacías? Pues si cantabas en el verano, ahora baila durante el invierno-
Y le cerró la puerta, dejando fuera a la cigarra, que había aprendido la lección.
Moraleja: Quien quiere pasar bien el invierno, mientras es joven debe aprovechar el tiempo.
EL MONSTRUO DEL ARMARIO
Esta historia trata sobre una niña que era hija única, amada y consentida por sus padres, recibía todo lo que ella solicitaba. La niña de tan solo 9 años decía a sus padres todas las noches que una extraña criatura la observaba desde el armario, a los que los padres solo decían que era algo de su imaginación.
Todas las noches la niña sufría un miedo terrible debido a que veía una sombra dentro de su armario y en medio de la oscuridad pasaba malas noches por temor a lo que le podía ocurrir. Una noche la niña comenzó a escuchar cosas y se arropo más fuerte con su sabana, llena de temor a que aquel monstruo le pudiera hacer daño.
Luego de horas escuchando aquel ruedo, la niña se levantó de la cama y se dirigió hacia el armario llena de temor porque no sabía qué clase de criatura podría encontrar. Al momento de acercarse, una mano lo jaló dentro del armario y solo un rastro de sangre quedó en la habitación.
Los papás, desconcertados al verlo, solo se lamentaron de no haber escuchado a su pequeña niña y de inmediato se mudaron de casa.
MITO SOBRE LA CREACIÓN DEL SOL Y LA LUNA
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En medio de la oscuridad una hermosa india arhuaca tuvo dos niños que desprendían luz por todo el cuerpo. Ella, temerosa de que al verlos se los robaran, los escondió en una cueva, Sin embargo; el resplandor que producían era tanto que se filtraba por las hendijas de la puerta y fácilmente fue visto por los demás indios que, curiosos, quisieron saber qué había dentro.
Con flautas, caracoles y tambores llegaron hasta las cercanías de la cueva y empezaron a tocar una música hermosísima. Las suaves notas llegaron a los oídos de los niños indios y Yuí, el varón, salió para escucharla mejor.
Al verlo los indios trataron de cogerlo, pero Yuí voló y subió hasta el cielo en donde se convirtió en sol; los indígenas que miraron para verlo, quedaron convertidos en piedra.
Empero, la luminosidad que había en la cueva continuaba y tenues rayos se asomaban por las hendiduras; los indígenas decidieron tocar más hermoso y Tima, la hermana de Yuí. También salió para escucharla mejor; los indios, temerosos de que se les escapara, le arrojaron cenizas a los ojos para así cegarla, pero ella voló en la misma dirección de su hermano y se situó muy cerca.
Como la cara le había sido encenizada, no tuvo el mismo resplandor de Yuí, pero en las noches vigila los prados de los Icjas. Tima se convirtió en luna.